Reflexología Podal

La Reflexología Podal

Es una técnica terapéutica basada en la estimulación de puntos sobre los pies, denominados zonas reflejas. Siendo un proceso natural de auto-curación.

El estímulo es conducido a través de canales nerviosos y/o meridianos energéticos alojados en el interior de nuestro organismo, provocando una respuesta saludable de los órganos y sistemas, restaurando el balance natural de la energía y el equilibrio natural del cuerpo.

Además, de la liberación de endorfinas (similar a la acupuntura), que son compuestos químicos que se producen en el cerebro y que tienen la propiedad de ser analgésicos similares a la morfina y sus derivados.

Orígen de la reflexología podal

La reflexoterapia es una técnica milenaria con orígenes en la antigua China, Egipto y en las tribus de los Estados Unidos. Los egipcios descubrieron que había partes y órganos del cuerpo que tenían un punto reflejo en la planta de los pies y, al estimular cada uno de estos puntos se producía una sensación de alivio.

La reflexología moderna nace a principios del siglo XX de los trabajos del médico estadounidense William FitzGerald, que observó que la aplicación en determinadas áreas de pies y manos provocó efectos anestésicos en otras partes del cuerpo. Con estos descubrimientos, estableció que el cuerpo humano se halla atravesado, en sentido longitudinal por diez meridianos, cinco en cada mitad del cuerpo, sugiriendo que existe una relación directa entre las diferentes áreas y los distintos órganos del cuerpo.

Beneficios

La Reflexología podal ayuda a restablecer el flujo natural del cuerpo, liberando toxinas, aliviando muchos malestares (dolores de espalda, cabeza y muelas) y problemas leves como:

  • Insomnio
  • Irregularidades menstruales
  • Desórdenes digestivos
  • Estrés
  • Tensión
  • Asma
  • Artritis
  • Ansiedad
  • Y falta de energía en general, entre muchas otras molestias.

Contraindicaciones de la reflexología podal

Aunque en un principio la reflexología podal no tiene contraindicaciones hay casos en los que no es recomendable su aplicación. Como los procesos agudos febriles, osteoporosis, enfermedades isquémicas del corazón, embarazos con riesgo de aborto e infecciones agudas en general.

Reacciones después y entre los tratamientos

Después de un tratamiento de Reflexología Podal, en algunas ocasiones aparecen ciertas reacciones, señal de que ha surtido efecto el tratamiento.

  • Cambios en las heces y la orina.
  • También se produce aumento de sudoración en la piel. Una mayor cantidad de sudor, el cual a causa de la eliminación de más sustancias tóxicas y residuos puede ser maloliente.
  • En la nariz, laringe y bronquios también se puede producir un aumento en la secreción de las mucosidades.
  • En ocasiones, tras la Reflexología Podal puede aumentar la temperatura corporal.

Algunas de las reacciones pueden llegar a ser muy desagradables, pero sin embargo, imprescindibles.

Por eso la reflexoterapia no es un simple masaje de placer, ya que suele producir dolor cuando se presiona sobre los puntos afectados del pie.

La reflexoterapia es una ayuda terapéutica, no un remedio definitivo, y se puede complementar con otros tratamientos.

LAS SESIONES TIENEN UNA DURACIÓN QUE PUEDE OSCILAR ENTRE 40 Y 90 MINUTOS. LA FRECUENCIA IDEAL PARA REALIZAR ESTA TERAPIA ES DE 2 SESIONES POR SEMANA O DE 1 SESIÓN SEMANAL COMO MÍNIMO PARA COMENZAR. Y ES RECOMENDABLE VISITAR AL MÉDICO SI NO SE MEJORA EN 5-6 SESIONES.

Autor: Jorge Bohórquez Martin (Director y Fundador de Just Relax Masajes a Domicilio)

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